Autor: Marcelo García (Periodista especializado en petróleo y economía).
23-julio-2022
El principal problema de las cuentas públicas de Chubut no es el pago de los sueldos de los trabajadores estatales y jubilados provinciales. Los montos abonados en salarios por el Estado provincial están en sus menores niveles y se asemejan al impacto porcentual de los que se pagaban en el 2018 con el ajuste.
La principal dificultad de las arcas del Estado se basa en los enormes vencimientos de la deuda y en los escasos niveles de recaudación por impuestos provinciales que no se cobran o que son porcentajes irrisorios que abonan los principales rubros productivos o los sectores más ricos de la provincia. Los poderosos de Chubut, incluyendo a los sectores exportadores, son los grandes beneficiarios de las políticas provinciales y a ellos se suman los acreedores que reciben religiosamente los pagos de la deuda.
Para modificar la realidad económica de la provincia y que haya fondos para Educación, Salud, infraestructura y un mejoramiento de la calidad de vida de los chubutenses es necesario un profundo cambio en la estructura tributaria y una fuerte decisión política a la hora de recaudar, la que para nada esta vinculada con el intento de privatización que impulsa el gobierno.
En Chubut es imprescindible la puesta en marcha de un nuevo esquema tributario -ya existe un proyecto de ley presentado por la ATECh junto a la Mesa de Unidad Sindical (MUS)- que posibilite equilibrar la puja distributiva con los sectores que no tributan o lo hacen de manera muy escasa con el Estado provincial; porque allí se concentran los ganadores de la crisis inflacionaria y la suba de las variables internacionales.
LOS SUELDOS IMPACTAN CADA VEZ MENOS
Desde el año 2021 y en este 2022 la incidencia porcentual de los salarios que el Estado provincial le paga a los trabajadores estatales y los jubilados es cada vez menor. En la actualidad se encuentran en su menor nivel respecto de los ingresos que tiene la provincia.
El gobierno sostiene que no se pueden mejorar los salarios porque no hay plata y no se pueden garantizar los pagos de sueldos más altos, pero contradictoriamente a esas afirmaciones la incidencia de la masa salarial es cada vez menor y se equipara a la que se había impuesto en el 2018 con el ajuste que aplicó esta misma gestión.
Según los datos oficiales que se filtraron, porque el gobierno sigue sin difundir los números reales, al finalizar el 2021 el pago de los sueldos de los trabajadores estatales y los jubilados provinciales representó el 40,9% de los principales ingresos que tuvo la provincia. En el primer trimestre de 2022 la relación fue aún más baja ya que representaron solamente el 33,8% de los ingresos.
Vale aclarar que en esos dos períodos mencionados el gobierno mantenía un atraso en los pagos de 11.769 millones de pesos a lo largo del año pasado y de 9.764 millones de pesos en el primer trimestre de este año.
Si se consideran como cancelados esos sueldos adeudados, los niveles de incidencia seguirían siendo inferiores a los que se venían registrando en los últimos años. El 2021 el pago salarial total hubiese significado el 47,5% de los ingresos y en el arranque del 2022 habría ascendido al 52,7% de los recaudado.
Lo proyectado para pagar en sueldos en el 2022 por el Ministerio de Economía provincial asciende al 47,3% de los ingresos de la provincia. Ese nivel afectación de fondos para salarios es inclusive menor al 48,8% de incidencia que había durante el 2018 con el brutal ajuste.
La disminución del impacto de los sueldos y las jubilaciones que se viene dando desde el 2021 se vincula directamente a dos factores. Uno es el congelamiento salarial que se produjo desde el 2020 y aumentos que apenas igualaron la inflación del inicio de este año; pero también se relaciona a la suba de la recaudación.
CRECE LA INCIDENCIA DE LA DEUDA
Mientras los sueldos cada vez pesan menos respecto de los ingresos Chubut sigue pagando abultadísimos vencimientos de deuda que fue tomada en dólares y en pesos desde hace más una década.
El gobierno se atrasa en el pago de los salarios y busca mantenerlos a la baja sin que se pueda recuperar el poder adquisitivo perdido en el 2020 y el 2021, pero con los acreedores nacionales e internacionales cumple religiosamente cancelando todos y cada uno de los vencimientos de deuda.
En el inicio de este año los pagos de deuda alcanzaron altísimos niveles respecto de los ingresos y su ubicaron en el 17,2% de los recaudado.
Las proyecciones para todo el 2022 presagiaban una incidencia del 13,7%, pero la constante micro devaluación del peso respecto del dólar seguramente alterará esa proyección debido a que Chubut tiene más del 70% de la deuda en dólares.
Todo saltaría por los aires, a límites impredecibles en medio de la actual corrida cambiara, si se produce la devaluación abrupta que reclaman los sectores poderosos del país porque la deuda provincial atada al dólar crecería de manera exponencial.
Los niveles de pagos de la deuda están en una tendencia alcista luego de haber decrecido en los últimos tres años y su perspectiva se encuentra atada directamente a lo que suceda con la cotización del dólar oficial. Para todo el año se había proyectado una incidencia sobre los ingresos que llegaría al 13,7%; pero sólo en el primer trimestre ya rondaba el 17,2%, para de esa manera acercarse a los porcentuales del 2018.
Esta deuda odiosa, ilegítima y fraudulenta -que ningún sector político de la clase dirigente quiere investigar y ciñe a acompañar sus pagos-, es la misma que se originó en dólares desde el año 2010 y no se tradujo en mejoras en la calidad de vida de los chubutenses; pero jamás se ha dejado de pagar un solo peso, aunque los trabajadores no cobraran sus sueldos.
Es la misma deuda que en el 2016 se emitió para construir dos hospitales de alta complejidad -uno en Trelew que no se terminó y otro en Comodoro Rivadavia que jamás se inició-, entre otros tantos compromisos incumplidos; pero que se sigue pagando como si las obras estuvieran concluidas.
LOS SECTORES MÁS RICOS NO PAGAN IMPUESTOS
A este panorama de ajuste sobre los salarios y aumento de los pagos de deuda se le suma que hay sectores productivos muy poderosos que en Chubut no pagan impuestos o sus contribuciones a las arcas de la provincia son casi ridículas.
La recaudación provincial sigue siendo liderada por los fondos recibidos a través de la Coparticipación Federal de Impuestos, los que en la primera mitad del año significaron el 46,8% de lo recaudado por la provincia y aumentaron su incidencia en más de cinco puntos porcentuales respecto del 2018 y 2019.
El segundo apartado en importancia les corresponde a las regalías petroleras que cobra la provincia y que acaparan el 28,2% en la primera mitad del 2022. Este rubro decayó en su impacto sobre el conjunto de los ingresos en casi tres puntos porcentuales a pesar de haber aumentado el precio internacional del petróleo.
Chubut es una provincia esencialmente productora y exportadora de crudo Escalante, un recurso natural no renovable, pero curiosamente los ingresos que se desprenden de esa producción no alcanzan a totalizar el 30% de los fondos mensuales que ingresan a las arcas públicas.
En paralelo el Estado provincial no solamente no interviene para apropiarse de una porción mayor de la rentabilidad extraordinaria obtenida por el sector petrolero, sino que las operadoras deciden decrecer sus niveles de producción -en medio de la suba de los precios internacionales- aunque igual mantienen sus abultadas ganancias.
El tercer rubro recaudatorio en importancia esta conformado por los impuestos que cobra el propio Estado provincial, allí se concentran el 24,9% de los fondos con que cuenta Chubut.
Esos ingresos también decrecieron en sus niveles de impacto en las cuentas públicas y en la actualidad se encuentran entre dos y tres puntos porcentuales por debajo de los niveles de la prepandemia.
El gobierno se propone incrementar esa recaudación privatizando el mecanismo de revalúo y cobro de impuestos propios, pero el problema de fondo no es la supuesta incapacidad del Estado para recaudar sino las políticas de la clase dirigente. En realidad, es el propio gobierno quien decide no cobrarle los impuestos a sectores como la pesca, los terratenientes o los grandes exportadores.
Por ejemplo, desde el año 2005 todos los gobiernos eximieron por ley -y con el aval legislativo- el pago del impuesto Inmobiliario Rural y recién el 2021 se volvió a pagar después 16 años. El año pasado por rubro Chubut recaudó solamente el 0,07% de sus tributos provinciales y en la primera mitad del 2022 esa recaudación subió al 0,11%.
Algo similar, aunque sin eximiciones, sucede con la actividad pesquera. Por la explotación de Productos de Mar la provincia recaudó en el 2021 el 0,86% de todos los impuestos propios y en este 2022 ascendió apenas al 0,88%.
Entre ambos rubros de recaudación -pesca y campo- el Estado provincial recaudó solamente el 0,94% de todos los impuestos propios en el 2021 y el 1% en el 2022.
Junto a la decisión de no recaudar sobre los sectores terratenientes y pesqueros, el Estado no genera ningún tipo de impuesto sobre los parques eólicos instalados en Chubut, tampoco cobra ningún tributo extra a la producción de aluminio y además las regalías hidroeléctricas son casi insignificantes.
Es ahí donde se concentra buena parte de la inequidad y la inoperancia política en el ámbito estatal. El problema es cómo ampliar los ingresos y no cómo achicar los gastos con un ajuste.
